jueves, 26 de enero de 2012

BICI-MONTAÑA O MONTAÑA EN BICI

ALGUNOS CONSEJOS PARA INICIARSE



Antes de empezar a practicar ciclismo de montaña es importante tener claro unos consejos básicos para evitar futuros problemas derivados de este deporte.

Iniciación y entrenamiento
Como toda actividad física, no podemos pretender iniciarnos al mountain bike a un ritmo demasiado elevado. Si no tenemos una condición física preparada y entrenada, lo mejor será ir progresando sin prisas para llegar a un estado de forma óptimo. Hemos de ser conscientes de nuestros límites físicos y no castigar el cuerpo de inicio. 
Lo bueno de esta actividad es realizar salidas a tu propio ritmo. Por la red encontrarás decenas de planes de entrenamiento casi personalizados para aplicarlos según tu nivel.



Prevención
Programa tu ruta antes de salir a pedalear y ten en cuenta la dificultad de la misma. Para evitar imprevistos de última hora, tómate tu tiempo y si eres principiante empieza por rutas de dificultad menor, caminos conocidos y moderados.
Intenta permanecer en un ritmo de pulsaciones estable y controlado (entre 120 y 150 pulsaciones).
Además, es aconsejable llevar una cadencia entre 70 y 90 rpm. Yendo a este ritmo evitaremos sobrecargar los músculos a la vez que incentivaremos una mejor recuperación y un mantenimiento correcto de las pulsaciones. Si vamos a menos cadencia significa que llevamos un desarrollo demasiado fuerte y estamos forzando mucho el cuerpo; lo que podría llegar a provocar lesiones musculares.
Si en la práctica del ejercicio notas sensación de fatiga, debilidad o pequeños desvanecimientos, no te fuerces y descansa. Si es necesario abandona la actividad para evitar males mayores.


Hidratación y alimentación

Como en todos los deportes, la hidratación es un aspecto fundamental; pero en el ciclismo de montaña este aspecto toma una importancia añadida. El mountain biking es un deporte aérobico, o lo que es lo mismo, durante su realización el organismo consume elevadas cantidades de oxígeno, glucosa (azúcar) y grasa. Además, al ser una actividad al aire libre, se pueden pasar largos períodos continuados expuestos al sol.
Por lo tanto, la hidratación asume un papel relevante. Lleva contigo siempre durante la actividad algún tipo de bidón o recipiente térmico con agua fresca o bebida isotónica. Hidrátate moderadamente durante el transcurso de la actividad. No es aconsejable beber grandes cantidades de líquido de golpe. Si estás bien hidratado tendrás más posibilidades de evitar las temibles rampas.
Aproximadamente una hora antes de salir, y para evitar problemas digestivos, toma alimentos ricos en hidratos de carbono y fruta. Si sales por la mañana, desayuna bien pero evita los alimentos copiosos o de difícil digestión. Durante la actividad puedes llevar tentempiés, tales como barritas energéticas, plátanos o azúcares que te pueden ayudar a recuperar energías.
Siguiendo el hilo del primer post en el que hablábamos sobre pequeños consejos en la iniciación del ciclismo de montaña, seguimos con otros campos hay que tener en cuenta:




Material
La elección del material es un punto clave para desarrollar en buenas condiciones el ciclismo de montaña. No hace falta hacer una gran inversión económica ya que podemos ir adquiriendo poco a poco los productos específicos a medida que subimos nuestro nivel de experiencia y nos encontremos con problemas que requieran un accesorio. Lo ideal es que el usuario vaya dándose cuenta él mismo de lo que realmente necesita. En caso que nuestra afición vaya creciendo, iremos detectando qué materiales nos faltan.
Es importante valorar las características técnicas de cada producto y elegir bien el modelo que necesitamos, siendo importante valorar la calidad-precio.




En Marcha
Una vez encima la bici, debemos tener en cuenta que las primeras veces deberemos adaptarnos a la posición que implica el pedaleo.
Los puntos de contacto con la bici son el manillar y el sillín, éstos serán los puntos que más sufrirán en los primeros días. Para evitar las típicas rozaduras en las ingles se recomiendo montar un sillín blando o incluso sillines de gel. También es recomendable disponer de un “cullote” de ciclista que viene equipado con espuma antibacteriana para relajar esta zona que puede estar en contacto durante horas. El contacto con el manillar no es tan problemático pero es importante tenerlo controlado, puede usar guantes para coger con más firmeza los cuernos de la bici.
Durante el ejercicio debemos mantener una posición corporal que distribuya el peso equilibradamente. En caso de no hacerlo, corremos el riego de apoyar demasiado alguna zona del cuerpo lo que implicaría problemas de circulación y hormigueos. Aunque parezca lo contrario, la espalda sufre menos de lo que parece, eso no significa que no tengamos cuidado para evitar castigarla en exceso adaptándonos correctamente a los accidentes geográficos que el terreno pueda presentar. Podemos prevenir y esquivar estas irregularidades del suelo o levantar un poco el sillín y hacer que las piernas actúen como suspensión.




Cuando las condiciones meteorológicas son adversas (lluvia, nieve, niebla, viento…) hay que extremar las precauciones para evitar posibles accidentes. Se recomienda llevar un teléfono móvil o GPS, especialmente cuando se sale sólo, para evitar perder-se o en caso de accidente o problema técnico poder pedir auxilio.
Cuando circulamos por tramos de ciudad o carreteras transitadas debemos extremar las precauciones y adaptarnos a la circulación de este tipo de vías. La mejor manera de circular es respetar a todos los tipos de vehículos. No obstante, es evidente que nuestro vehículo es mucho más vulnerable que vehículos de más tamaño y más peso. Por lo tanto, hay que estar con los ojos abiertos y ser precavidos.

SOBRE TODO SEGURIDAD Y EVITAR ESTAS CONSECUENCIAS

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